¿Debemos llevar una dieta baja en sodio?

Cada vez son más las personas que toman conciencia de la importancia de llevar una dieta baja en sodio. Esto se debe a que es una de las medidas recomendadas por la reciente Cumbre de las Naciones Unidas para prevenir las enfermedades no transmisibles y señalada como una de las mejores estrategias para mejorar la salud de la población según la Organización Mundial de la Salud.

Según la Fundación Española del Corazón (FEC), el consumo excesivo de sal es responsable de numerosos problemas de salud, relacionados no solo con las enfermedades cardiovasculares, sino también con la insuficiencia renal, la osteoporosis o el cáncer de estómago. Por ello, esta fundación recomienda reducir al menos la mitad del consumo diario de sal, ya que de esta forma obtendríamos beneficios en nuestra salud, comparables a los derivados de dejar de fumar.

¿Cuál es el principal problema del consumo excesivo de sal?

Hace ya mucho tiempo desde que la Organización Mundial de la Salud estableció la cifra de 6g de consumo máximo de sal, cifra que a día de hoy está muy por debajo de lo que se ingiere de media en el mundo (entre 6g y 12g).

¿Donde se encuentran esas cantidades? El 80% de la cantidad de sal que ingerimos al día viene de productos envasados y precocinados. Por ello, lo mejor es optar por comida casera en la que sepas las cantidades exactas de sal y de cualquier otro ingrediente que lleve.

Para llevar esto a cabo, te ayudará saber que el consumo excesivo de sal es un importante factor de riesgo de sufrir hipertensión arterial, lo que a su vez aumenta la posibilidad de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) señala que reducir la ingesta de sal a la mitad "podría evitar miles de muertes cada año por isquemia cerebral e infartos".

Con el objetivo de concienciar a la gente, la AESAN señala que reducir la ingesta de sal a la mitad "podría evitar miles de muertes cada año por isquimia cerebral e infarto". Pero, aunque son muchas las advertencias que se dan sobre este tema, en muchas ocasiones resulta difícil lograr el objetivo.

Es curioso saber que el gusto por la sal es adquirido, por lo que se puede modificar y educar para que vaya disminuyendo poco a poco hasta conseguir finalmente que no se eche de menos. Te darás cuenta de que, reduciendo la cantidad de sal diaria, reducirá también la preferencia por lo salado.

Consejos para llevar una dieta baja en sodio:

Para ir acostumbrando a tu paladar, hay una serie de consejos que te ayudarán a ingerir menos sal:

• Sustituirla por sal marina, que al aportar un sabor más fuerte, hace que con menos cantidad sea suficiente para sazonar un plato.
• Cocinar más al vapor para conservar los nutrientes originales del alimento.
• Reducir o eliminar la sal durante la preparación de los platos, y añadirla al gusto una vez terminado.
• Comer más alimentos frescos y de temporada, que contengan menos sodio.
• Sustituir la sal por especias, hierbas aromáticas o sazonamientos que den nuevos sabores a tus platos.
• Reducir el consumo de productos elaborados.
• Lavar las conservas vegetales y legumbres antes de utilizarlas.

Conseguir una reducción de sal es una tarea que requiere constancia y esfuerzo, pero que este al alcance de todo el mundo. Aunque al principio cueste más, una vez adecúes tu dieta con los consejos que hemos citado anteriormente, notarás que tu cuerpo cada vez pedirá menos sal, hasta llegar al punto de acostumbrarse, y encontrar esa necesidad en otros alimentos como los ricos en potasio.